La Comunidad de La Palabra parte de la experiencia de renovación eclesial que supuso el Concilio Vaticano II. Por eso vemos nuestra Comunidad como un movimiento de renovación dentro de la Iglesia diocesana y en comunión con ella. Queremos aportar al conjunto de nuestra iglesia diocesana nuestra experiencia de encuentro personal con Cristo, de la escucha atenta y discernimiento de la Palabra de Dios; de la implicación de los seglares en la evangelización de nuestro mundo a través de la presencia y testimonio. Apostamos por una iglesia que sea auténtica comunidad de comunidades, integradora de todas las sensibilidades y ministerios suscitados por el Espíritu y debidamente discernidos por la Iglesia.